Sudores nocturnos: causas y tratamiento

22 diciembre 2025 | Cuidado del descanso

Sudores nocturnos: causas y tratamiento

Los sudores nocturnos son muy molestos y a menudo alteran el sueño, reduciendo la calidad de vida de quienes los sufren.

Esta sudoración excesiva por la noche (conocida médicamente como hiperhidrosis nocturna) puede variar de intensidad, pero suele ser lo suficientemente incómoda como para causar diferentes despertares. 

En ese sentido, la hiperhidrosis del sueño puede ir desde sudores difusos y moderados hasta una sudoración que empapa la ropa y las sábanas.

Los sudores nocturnos en la mujer son mucho más habituales, ya que los cambios hormonales constituyen una de sus principales causas.

Sin embargo, estos pueden aparecer igualmente en los hombres.

Aunque la sudoración nocturna puntual no debe ser motivo de preocupación, sí se debe consultar al médico cuando se convierte en un síntoma recurrente.

Las principales causas de sudoración nocturna

En el caso del sudor nocturno, las causas pueden ser muy variadas.

A veces, se trata simplemente de factores ambientales. Sin embargo, en otras ocasiones, la hiperhidrosis del sueño puede ser un síntoma de una enfermedad, por lo que no debe minimizarse.

Por su parte, la sudoración nocturna en la mujer suele estar relacionada con etapas vitales como la menopausia, el embarazo o el postparto.

  • Factores ambientales y de estilo de vida

El sudor nocturno puede aparecer por causas relacionadas con el ambiente en el que se duerme o las actividades que se han realizado antes del descanso.

Por ejemplo, una habitación con la temperatura elevada o dormir demasiado abrigado pueden favorecer una mayor sudoración durante el descanso.

Del mismo modo, ir a dormir después de realizar ejercicio físico o tras una cena copiosa o muy condimentada puede tener el mismo efecto.

  • Menopausia

Los sudores nocturnos en la menopausia son un síntoma muy común en esta etapa.

De hecho, se estima que afectan a 3 de cada 4 mujeres. Sobre todo, durante el primer año tras la última regla. Aun así, a veces pueden persistir durante 5 años o más.

Al igual que pasa con los sofocos en la menopausia, el descenso de estrógenos interfiere en los mecanismos de regulación térmica. En concreto, en una parte del cerebro conocida como hipotálamo.

Esto hace que, ante pequeños cambios en el entorno, el organismo reaccione con una sudoración excesiva para reducir la temperatura corporal.

Estos factores desencadenantes pueden ser desde el estrés, la cafeína, las bebidas calientes, los cambios bruscos de temperatura a las situaciones vergonzosas.

Estas sudoraciones nocturnas en la mujer pueden aparecer con regularidad o de forma intermitente.

Sin embargo, por lo general, suele tratarse de episodios leves y transitorios.

En ese sentido, la causa de los sudores nocturnos en mujeres de 50 años o edades próximas suele ser la menopausia.

  • Embarazo

Los sudores nocturnos en el embarazo son un síntoma que puede aparecer debido al aumento del nivel de hormonas como la progesterona y la prolactina.

  • Postparto

Los sudores nocturnos en el postparto suelen ser frecuentes, sobre todo en las primeras semanas tras el alumbramiento.

Las principales causas son los cambios hormonales (caída de estrógenos) y la disminución del volumen sanguíneo que se producen después del parto.

Además, en caso de amamantar, la prolactina (la hormona que estimula la producción de leche), aumenta por la noche, favoreciendo el sudor nocturno.

  • Menstruación

Los cambios hormonales que se producen durante el ciclo menstrual también pueden provocar hiperhidrosis del sueño.

En ese sentido, se puede experimentar sudor nocturno con la regla o los días antes.

  • Estrés y ansiedad

El sudor nocturno y la ansiedad muchas veces están directamente relacionados.

Aunque la sudoración por emociones como el miedo puede aparecer en cualquier momento del día, tiende a ser más frecuente por la noche.

Entre otras causas, porque las personas con estrés emocional tienden a sufrir más pesadillas y trastornos del sueño, lo que a su vez agrava la ansiedad. 

En estos casos, muchas veces se describen como sudores fríos nocturnos.

  • Infecciones

La sudoración nocturna es muy habitual cuando hay una infección, ya sea bacteriana o vírica.

Esto se debe a que el organismo incrementa la temperatura corporal como mecanismo para combatir las bacterias o virus que causan la infección. Es lo que conocemos como fiebre.

Así pues, sudar con fiebre por la noche es esperable. También, tras el consumo de medicamentos antipiréticos (los fármacos para bajar la fiebre, como el paracetamol o ibuprofeno).

  • Trastornos endocrinos

Otra posible causa de los sudores nocturnos puede ser el hipertiroidismo. Esto se debe a que, con esta condición, hay una estimulación excesiva del sistema nervioso simpático, que controla las glándulas sudoríparas.

Además de sudoración nocturna, las personas con hipertiroidismo suelen experimentar también la sensación de manos húmedas y una intolerancia al calor.

Otro trastorno endocrino que puede provocar hiperhidrosis en el sueño es la diabetis mellitus. 

También, otras condiciones menos frecuentes como el hiperpituitarismo, la diabetes insípida, el feocromocitoma y el síndrome carcinoide.

  • Alteraciones neurológicas

La sudoración excesiva en la enfermedad de Parkinson puede estar presente en un 30-50% de los casos.

También otras alteraciones neurológicas como las lesiones neurológicas focales o la neuropatía periférica pueden provocar hiperhidrosis del sueño.

Otra causa de sudor nocturno son los accidentes cerebrovasculares, siempre que vayan acompañados de la aparición repentina de otros síntomas.

Entre ellos, hormigueo o debilidad en la cara, brazo o pierna, confusión o dificultad para hablar o comprender, problemas de visión, mareos, dificultad para andar, problemas de equilibrio o coordinación y dolor de cabeza.

  • Enfermedades cardiorrespiratorias

Aquellas condiciones que causan una insuficiencia cardíaca o respiratoria pueden provocar la aparición de sudoración nocturna.

En caso de un ataque cardíaco (infarto de miocardio) pueden presentarse sudores fríos junto a una presión en el tórax, dolor en brazos, espalda, cuello, mandíbula o estómago, respiración entrecortada, náusea o mareo.

  • Medicamentos

Ciertos fármacos pueden tener la sudoración nocturna como efecto secundario,

Entre ellos, antidepresivos, ansiolíticos, antipsicóticos, antiinflamatorios no esteroideos (AINE), triptanos, ciprofloxacino, aciclovir, insulina, hipoglicemiantes orales y terapias hormonales.

  • Drogas y Sustancias

El consumo de alcohol y de drogas como la cocaína y la heroína puede provocar la aparición de sudores nocturnos.

Al mismo tiempo, esta sudoración por la noche puede ser un síntoma de síndrome de abstinencia al dejar de consumir dichas sustancias.

  • Apnea del sueño

El sudor nocturno también puede ser un singo de apnea del sueño, un trastorno que provoca que la respiración se detenga y reanude repetidamente durante el descanso.

Esto ocurriría por el estrés fisiológico que produce la liberación de hormonas como la adrenalina y el esfuerzo del organismo por volver a respirar.

  • Enfermedad por reflujo gastroesofágico

Otra posible causa de los sudores nocturnos puede ser la acidez y el reflujo, ya que pueden activar el sistema nervioso simpático y, en consecuencia, producir sudoración.

  • Cáncer

En algunos casos, los sudores nocturnos pueden ser una señal de alerta de cáncer.

En ese sentido, la mayoría de los linfomas causan sudoración excesiva.

Asimismo, otras enfermedades de la sangre como la leucemia también pueden provocarla, al igual que otros tipos de cáncer no hematológicos.

Paralelamente, la quimioterapia y los tratamientos oncológicos pueden tener el sudor nocturno como efecto secundario

¿Cuándo hay que consultar al médico por sudores nocturnos?

Lo cierto es que el sudor nocturno puede tener muchas causas.

Por ello, si se trata de algo recurrente y/o excesivo, hay que consultar siempre con el médico.

Sobre todo, si la sudoración nocturna tiene un inicio tardío (aparece más allá de los 25 años) y/o hay una pérdida de peso, fiebre, fatiga, adenopatías (inflamación de los ganglios), diarrea, palpitaciones o flushing (enrojecimiento y calor súbito en la cara).  

También, si empiezan tras el consumo de un nuevo medicamento. 

Cómo prevenir la sudoración nocturna

Para poder prevenir los sudores nocturnos, es fundamental primero descartar que no haya una condición médica subyacente.

A partir de ahí, existen medidas que pueden ayudar a que no aparezcan sudores nocturnos y mejorar el descanso, entre las que se encuentran las siguientes. 

  • Se debe mantener la habitación a una temperatura agradable (18-20º) y esta debe estar bien ventilada.
  • Hay que optar por ropa de cama fresca, transpirable y que ayude a mantener la temperatura adecuada.
  • Es recomendable utilizar pijamas ligeros y confeccionados con tejidos que faciliten la transpiración, como el algodón. Por el contrario, hay que evitar las fibras sintéticas.
  • Darse un baño de agua tibia antes de irse a la cama puede ayudar a bajar ligeramente la temperatura corporal.
  • Beber pequeños sorbos de agua fría antes de dormir también puede ayudar a prevenir los sudores nocturnos.
  • Hay que favorecer la relajación. Por ejemplo, tomando una infusión o realizando ejercicios de respiración.
  • Se debe evitar el alcohol y las comidas copiosas y picantes antes de dormir.
  • Tampoco se debe fumar, ya que el tabaco empeora los síntomas menopáusicos.
  • Hay que tratar de mantener un peso saludable, ya que las personas con sobrepeso u obesidad tienen más riesgo de padecer sudores nocturnos frecuentes e intensos.
  • Reducir el estrés es clave cuando el sudor nocturno se debe a causas emocionales. En ese sentido, hacer ejercicio físico durante la menopausia ha demostrado que ayuda con la sudoración y los sofocos. También la alimentación juega un papel clave.

Si a pesar de todas estas medidas, el sudor nocturno aparece, lo recomendable es cambiarse de ropa y sábanas.

A continuación, se puede esperar unos minutos para relajarse y que se regule la temperatura corporal. También se puede ventilar un poco la habitación.

En caso de que no se pueda retomar el sueño de inmediato, lo mejor es levantarse y realizar alguna actividad relajante hasta notarse somnoliento de nuevo.

Cuidar el sueño pese a la sudoración

En conclusión, experimentar sudores nocturnos es habitual y no suele indicar un motivo de salud grave. Sobre todo, en las mujeres, ya que los cambios hormonales están muy implicados en su aparición.

No obstante, la sudoración por la noche puede tener muchas otras causas, desde factores ambientales hasta condiciones médicas graves.

Identificar el origen es clave para poder prevenirlos y manejarlos adecuadamente.

Además, también es fundamental llevar a cabo medidas de higiene del sueño que favorezcan el descanso y reduzcan la frecuencia e intensidad de los episodios.

 

 

Autor: Laboratorios Viñas, departamento científico.

Bibliografía

Redacción. Sudoración nocturna [en línea]. Clínica Dexeus Dona. <https://www.dexeus.com/midlife/sintoma/sudoracion-nocturna/>

Morgado-Carrasco, D., et de Lucas, R. Tratamiento farmacológico de la hiperhidrosis primaria [en línea]. Piel. Formación continuada en dermatología, 2024. <https://www.elsevier.es/es-revista-piel-formacion-continuada-dermatologia-21-articulo-tratamiento-farmacologico-hiperhidrosis-primaria-S0213925123002629>

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Company, A. ¿Por qué se producen sudores nocturnos? [en línea]. Salud Mapfre, 2022. <https://www.salud.mapfre.es/enfermedades/reportajes-enfermedades/sudores-nocturnos-causas/>

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