El picor vaginal es una sensación incómoda que provoca unas ganas incontrolables de rascar la zona íntima. Este malestar puede variar en intensidad, pudiendo llegar a ser muy molesto.
Este picor o prurito suele ser consecuencia de una vulvovaginitis. Es decir, de la inflamación de la vulva y la vagina.
Por ello, el picor en la vagina suele ir acompañado de picor en la vulva. También es habitual que haya un enrojecimiento en la zona, hinchazón, cambios en el flujo vaginal y dolor en las relaciones sexuales.
Otro síntoma que puede aparecer es el dolor o ardor al orinar, por lo que las mujeres pueden pensar inicialmente que se trata de una cistitis.
Esta sensación de ardor y picazón se puede manifestar tanto como un picor en la entrada de la vagina (picor vaginal exterior) como dentro (interior).
Las causas de este prurito genital pueden ser muy diversas: desde infecciones a dermatitis de contacto, pasando por cambios hormonales.
De este modo, es fundamental poder determinar las causas del picor vaginal para poder iniciar un tratamiento adecuado.
El picor de vagina puede afectar a cualquier mujer, independientemente de su edad. No obstante, hay etapas en las que suele ser más común. Entre ellas, en la lactancia y la menopausia.
En el picor vaginal, las causas pueden clasificarse en infecciosas y no infecciosas.
En el caso de las infecciones vaginales, los hongos y bacterias son los principales responsables de la aparición de picor y escozor vaginal. No obstante, también pueden estar provocadas por virus o parásitos.
La candidiasis es una de las causas más frecuentes de picor vaginal y de la vulva y aparece por la proliferación del hongo Candida albicans.
Esta infección se caracteriza por la presencia de un flujo vaginal blanco y espeso que se asemeja al queso cottage.
La candidiasis vaginal puede afectar a cualquier mujer, pero es especialmente frecuente durante la gestación por los cambios hormonales que se producen.
De ahí que, ante un picor vaginal en el embarazo, se sospeche de una infección fúngica. Aun así, hay que consultar siempre con el médico si aparece prurito o cualquier otro síntoma en la zona íntima durante la gestación.
Las infecciones bacterianas son otra causa frecuente de picor en la vagina y la vulva. Generalmente, las bacterias responsables son el estreptococo betahemolítico del grupo A y el Staphylococcus aureus.
Estas bacterias pueden estar presentes de forma natural en la vagina sin causar problemas. Sin embargo, cuando proliferan en exceso alteran la flora vaginal y pueden causar una vaginosis bacteriana.
Más allá de los picores vaginales, esta infección se caracteriza por la presencia de un flujo acuoso gris, blanco o verde y muy maloliente. De hecho, a menudo se describe como un olor a pescado.
Otras infecciones bacterianas que causan picor en la vagina son la clamidia o la gonorrea, las cuales son enfermedades de transmisión sexual.
Otra causa de picor vaginal puede ser la presencia de parásitos en el área genital.
Entre ellas, destacan la tricomoniasis, pediculosis pubis (popularmente conocida como piojos púbicos o ladillas) o escabiosis (sarna). Todas ellas, infecciones de transmisión sexual.
En el caso de las niñas, el picor en la vulva y la vagina puede estar causado por la presencia de oxiuros (lombrices intestinales).
Se debería sospechar de oxiuros cuando hay picor vaginal en las niñas por la noche.
Las infecciones por virus que cursan con picor en la vagina también suelen ser enfermedades de transmisión sexual.
Entre las más frecuentes, destacan el herpes genital, el molusco contagioso y los condilomas acuminados.
Las infecciones son una causa frecuente de picor vaginal, así como también los cambios hormonales o los malos hábitos de higiene y cuidado íntimo.
La sequedad vaginal es una consecuencia de la atrofia vaginal, una afección que aparece cuando disminuyen los niveles de estrógenos.
Esto se debe a que estas hormonas son las responsables de la lubricación y la elasticidad de los tejidos de la vagina.
La atrofia vaginal también provoca un adelgazamiento e inflamación de dichos tejidos, por lo que es muy habitual que haya ardor y picor vaginal.
La sequedad vaginal en la menopausia es bastante conocida. Sin embargo, esta puede darse en otras etapas. Por ejemplo, puede haber picor y sequedad vaginal en el embarazo, el postparto y la lactancia.
Asimismo, también puede haber picor vaginal antes de la regla por la bajada de estrógenos en esa parte del ciclo.
Los productos de higiene pueden contener ingredientes que irriten la mucosa de la vagina, causando picores vaginales.
Entre ellos, jabones, geles de ducha, cremas, lubricantes, desodorantes íntimos, compresas, tampones, preservativos, detergentes y suavizantes para la ropa e incluso el papel higiénico.
El sudor, el uso de ropa ajustada, permanecer sentada mucho tiempo y la higiene excesiva son otros factores que pueden favorecer el picor y escozor vaginal.
A veces, incluso ciertas fragancias o conservantes pueden provocar una reacción alérgica que se manifiesta igualmente con picor de vagina.
Otras causas de prurito vulvovaginal en los bebés y niñas pequeñas es la irritación por el contacto con la orina y las heces. Es lo que se conoce como dermatitis del pañal.
También, en las niñas, es habitual que presenten vulvovaginitis por una higiene inadecuada después de ir al baño o por los baños de espuma.
Hay algunas afecciones dermatológicas que pueden causar prurito vaginal. Entre las más comunes, el liquen escleroso, el liquen plano y el liquen simple crónico.
También puede producirse picor en la zona vaginal si se sufren enfermedades cutáneas como la psoriasis, la dermatitis seborreica y la dermatitis atópica.
Prevenir y aliviar el picor vaginal suele ser posible con tan solo realizar cambios en los hábitos de higiene y cuidado de la zona íntima.
Sin embargos, en algunos casos es necesario recurrir a otros tratamientos.
Así pues, estos son los cinco principales consejos para calmar el picor vaginal cuando aparece.
En el picor vaginal, el tratamiento variará en función de la causa que lo esté provocando.
En el caso de candidiasis, se prescribirán medicamentos antifúngicos, mientras que para la vaginosis bacteriana, será necesario el uso de antibióticos.
Si el picor se debe a una atrofia vaginal por la menopausia o el posparto, se pueden prescribir cremas con estrógenos.
En el caso de picor en la vagina por irritación o alergia, lo fundamental será evitar el factor desencadenante.
Finalmente, si hay una enfermedad de la piel que cursa con purito genital, es importante seguir las pautas de tratamiento indicadas.
Existen diferentes cremas para el picor vaginal que proporcionan un alivio rápido y eficaz.
Por una parte, hay productos hidratantes tanto para la zona de la vulva (externa) como de la vagina (interna). Estas suelen presentarse en formato crema, pero también están disponibles en óvulos vaginales, aceites o brumas.
Por otro lado, hay cremas o geles lubricantes que imitan moco cervical de la mujer.
Ambos tipos de productos son muy eficaces para combatir la irritación, la sequedad y el picor vulvovaginal que puede provocar la menopausia, la lactancia o el uso de anticonceptivos orales.
En el caso de los geles lubricantes, estos ayudan también a prevenir el dolor y las molestias en las relaciones sexuales.
El principal ingrediente de estos productos suele ser el ácido hialurónico, gracias a sus propiedades hidratantes, regenerantes y lubricantes.
En caso de picor vaginal, los remedios caseros pueden llegar a ser muy contraproducentes. Sin embargo, los baños de asiento con agua fría pueden reducir el dolor y el prurito.
Estos baños deben hacerse en posición sentada con el agua cubriendo solo la zona de los genitales en una bañera, un bidet o una palangana grande.
En ningún caso deben realizarse duchas vaginales, ya que pueden causar irritación y alterar el pH de la mucosa.
Otro remedio casero para el picor vaginal puede ser aplicar frio sobre el área genital, así como enjuagar la zona con agua tibia.
Los picores en la vagina pueden hacer que las ganas de rascarse sean muy difíciles de reprimir.
No obstante, hay que tener en cuenta que el rascado suele empeora la irritación y, por ende, causar más picor.
Además, al rascar se pueden producir rasguños y heridas y que haya más riesgo de infecciones.
A veces, las medidas anteriores pueden resultar insuficientes para aliviar el picor vaginal.
De ser así, se pueden prescribir fármacos como antihistamínicos, corticoides o anestésicos tópicos (benzocaína).
Sobre todo, cuando el picor genital interfiere en las actividades diarios, el sueño y/o las ganas de rascarse son difíciles de controlar.
Más allá de aliviar el picor vaginal, es importante tomar también medidas para prevenir que este vuelva a reaparecer.
Hay que lavar los genitales solo con agua y sin frotar. En caso de querer usar geles para la parte externa, estos deben ser limpiadores suaves y específicos para la higiene íntima.
Se debe evitar cualquier producto con fragancias, conservantes u otras sustancias irritantes o alergénicas.
Es recomendable utilizar de forma regular cremas o geles hidratantes y lubricantes para la zona íntima. También, durante las relaciones sexuales para minimizar la fricción.
En cuanto a las bebés y niñas pequeñas, hay que cambiarles el pañal con frecuencia.
Para prevenir infecciones vaginales, la zona íntima debe mantenerse limpia y seca. Un ambiente cálido y húmedo favorece el crecimiento de hongos y bacterias, por lo que debe evitarse.
Así pues, hay que secar bien los genitales después de la ducha y no se debe permanecer con la ropa húmeda (trajes de baño o ropa de deporte) por mucho tiempo.
Es importante que la ropa interior sea de algodón y se cambie tantas veces como sea necesario. Tampoco debe ser muy apretada, ya que podría reducir la transpiración y contribuir a la retención de humedad.
Si es demasiado ajustada, puede causar también fricción e irritar los genitales.
Otra cosa a evitar es el uso diario de protectores íntimos.
Finalmente, al ir al baño, hay que limpiarse siempre de delante hacia atrás y no al revés.
Es preferible no utilizar protectores íntimos a diario y, en su lugar, cambiar la ropa interior tantas veces como sea necesario.
En cuanto a las relaciones sexuales, es importante tomar medidas para prevenir el contagio de enfermedades de transmisión sexual.
El picor por estrés es una entidad bien conocida que puede afectar a la zona genital.
De ser así, el prurito suele generar aún más estrés, lo que lleva a un empeoramiento tanto del picor como de los demás síntomas.
Es por ello por lo que es tan importante tomar medidas para reducir el estrés.
Una dieta equilibrada influye en el buen funcionamiento del sistema inmune y la salud en general.
Por el contrario, una dieta rica en azúcares refinados puede promover el crecimiento excesivo de levaduras como en la candidiasis.
Por su parte, los alimentos o suplementos probióticos pueden ayudar a mantener el equilibrio de la microbiota vulvovaginal.
También es esencial mantenerse hidratada, bebiendo suficientes líquidos.
Autor: Laboratorios Viñas, departamento científico.
Heras, M. Picor vaginal (vulvovaginal). Causas, prevención y tratamientos [en línea]. ViaMed. https://www.viamedsalud.com/patologias/ginecologia-obstetricia/picor-vaginal-vulvovaginal-causas-prevencion-tratamientos/
Kesavan, S. Prurito vaginal o secreción vaginal [en línea]. Manual Merck, 2024. https://www.merckmanuals.com/es-us/hogar/salud-femenina/s%C3%ADntomas-de-los-trastornos-ginecol%C3%B3gicos/prurito-vaginal-o-secreci%C3%B3n-vaginal
Paz, F. Picor vaginal [en línea]. Instituto Dra. Gómez Roig. https://www.gomezroig.com/picor-vaginal/
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