La descamación en el cuero cabelludo aparece cuando las células de la epidermis se renuevan de forma acelerada.
Como consecuencia, estas células – las cuales se conocen popularmente como piel muerta – se van acumulando y forman capas o escamas que pueden ser transparentes, blanquecinas o de una tonalidad plateada.
Esta descamación suele causar diferentes molestias, siendo el picor en el cuero cabelludo uno de los síntomas más comunes.
Cuando el prurito es intenso, suele provocar también un rascado incontrolable que puede producir la aparición de heridas.
Asimismo, las escamas pueden observarse en el cabello y sobre los hombros, afectando la autoestima de quienes sufren de descamación capilar.
En la mayoría de los casos, suele deberse a la presencia de caspa o un cuero cabelludo seco.
Por este motivo, es habitual que quienes sufren de descamación del cuero cabelludo traten de solucionar el problema por sí mismos con champús o remedios caseros.
Hay que tener en cuenta que a veces estos métodos no consiguen una mejoría e incluso pueden agravar el problema.
Además, hay condiciones de la piel más complejas que pueden manifestarse también con un cuero cabelludo con escamas.
Es por ello por lo que es fundamental saber diferenciar los tipos de descamación y determinar la causa.
Solo así se podrá iniciar un tratamiento para la descamación del cuero cabelludo que consiga mitigar o eliminar los síntomas.
Saber determinar la causa de la presencia de escamas en el cuero cabelludo puede ser complejo sin la ayuda de un dermatólogo.
Más allá de la caspa y un cuero cabelludo seco, la descamación capilar puede ser síntoma también de otras condiciones como la dermatitis seborreica, la dermatitis atópica, la psoriasis, una infección fúngica o la queratosis actínica.
El origen de la caspa en el cuero cabelludo no se conoce del todo. Lo que sí se sabe es que no tiene nada que ver con la falta de higiene, aunque esta pueda agravar la condición.
Estas escamas también pueden formarse en otras zonas con pelo como las cejas, la barba y el bigote.
Es una afección común y puede ser recurrente, con periodos de remisión.
Se diferencia de otros procesos descamativos porque se presenta con ausencia de irritación e inflamación (eritema y edema).
Por lo general, la caspa mejora con el uso de un champú para la descamación del cuero cabelludo y no requiere de atención médica.
Sin embargo, si el problema persiste, hay que consultar con un dermatólogo para descartar que no sea síntoma de otra afección.
En el caso de caspa y picor, también hay que tratar el prurito para evitar el rascado y la formación de heridas.
El prurito que provoca la caspa puede ser intenso, sobre todo días después del lavado.
Es habitual que el rascado sea nocturno y de forma inconsciente, por lo que aplicar productos para el picor del cuero cabelludo puede ayudar a prevenir la aparición de pequeñas heridas, que pueden llegar a infectarse.
La presencia de un cuero cabelludo seco y escamoso puede ser consecuencia de lavados muy frecuentes, champús y productos para el pelo demasiado detergentes o procesos de peluquería continuados (secador de pelo, decoloración, tintes, etc.).
En estos casos, el cuero cabelludo se irrita, enrojece y puede aparecer picor y descamación.
También los climas fríos y secos favorecen la sequedad en el cuero cabelludo, al igual que la excesiva exposición al sol, al viento y al agua de mar o de piscina.
Otras causas de deshidratación en esta parte del cuerpo pueden tener un origen genético o bien derivar del estado general del organismo (enfermedad, estrés, uso de medicamentos, etc.) y el estilo de vida (poca ingestión de líquidos, dietas muy restrictivas, etc.).
En cualquier caso, el tratamiento para el cuero cabelludo seco pasa por elegir productos capilares más suaves y preferiblemente hipoalergénicos.
Paralelamente, se debería tratar el prurito que puede aparecer con productos específicos para el picor en el cuero cabelludo.
La dermatitis seborreica es una afección cutánea crónica que suele manifestarse entre los cuarenta y setenta años, afectando más a los hombres que a las mujeres.
Las causas de la dermatitis seborreica se desconocen, pero se ha relacionado con la mayor presencia de ciertos microorganismos en el cuero cabelludo.
El estrés emocional, los climas fríos y la baja humedad suelen agravar sus síntomas.
Estos suelen caracterizarse por la presencia de placas de caspa severa y costras oleosas gruesas (costras amarillas) que van acompañadas de enrojecimiento del cuero cabelludo y picor.
La dermatitis seborreica también puede afectar las cejas, los surcos nasogenianos (las líneas que descienden de las aletas de la nariz a las comisuras de los labios), las orejas y el tronco.
Otra manifestación posible es la blefaritis y la onicodistrofia (la alteración en la forma o la estructura de las uñas).
Al ser una enfermedad crónica, es habitual que se presente en brotes de dermatitis seborreica, sobre todo en los meses de otoño e invierno.
El tratamiento suele consistir en el uso de champús específicos o productos capilares con ácido salicílico o principios activos como sulfuro de selenio, piritiona de zinc o cicloprirox olamina.
Otros fármacos tópicos a los que se puede recurrir son la calcineurina o antimicóticos tópicos, siendo el más utilizado el ketoconazol 2%.
Cuando estos tratamientos para la dermatitis seborreica resultan insuficientes, puede recurrirse a la isotretinoína a bajas dosis.
Más allá de la caspa, la deshidratación y afecciones como la dermatitis seborreica, la psoriasis o el eczema pueden provocar la descamación en el cuero cabelludo.
La dermatitis seborreica también puede presentarse en los bebés en sus primeros meses de vida. En estos casos, se conoce como costra láctea.
Esta afección no produce la caída del cabello ni causa picor. Además, la inflamación es leve y suele remitir por sí sola.
Además del cuero cabelludo, la dermatitis seborreica en bebés puede afectar también la cara, la zona del pañal y extenderse a otras partes del cuerpo.
Lavar la cabeza con un champú infantil suave debería ser suficiente para ir eliminando la costra láctea en el cuero cabelludo. También se pueden retirar las escamas con la ayuda de un cepillo de pelo o de dientes.
Si la costra láctea es persistente, el pediatra podría prescribir corticoides tópicos de baja potencia o un champú antifúngico, si se sospecha de una infección por hongos.
La descamación del cuero cabelludo también puede ser síntoma de eczema o dermatitis atópica.
Aunque esta afección de la piel es más frecuente en niños, la dermatitis atópica en adultos afecta entre el 3 y el 10% de los adolescentes y de las personas en edad adulta.
Los síntomas de eczema en el cuero cabelludo son, además de la descamación, la sequedad, la irritación, el enrojecimiento, el picor y la quemazón.
En función de la severidad del eczema capilar, el tratamiento variará. Por lo general, deberán aplicarse champús suaves y usar agua tibia para el lavado del pelo.
En caso de un brote de dermatitis atópica en el cuero cabelludo de tipo moderado o severo, se pueden prescribir champús medicados, corticoides tópicos e incluso inmunomoduladores.
La psoriasis en el cuero cabelludo se manifiesta entre el 50 y el 80% de las personas que sufren esta enfermedad de la piel, siendo su localización más frecuente.
Esta afección cutánea se caracteriza por la aparición de manchas rojas en el cuero cabelludo, gruesas, cubiertas de escamas plateadas y que pican, junto a una descamación muy similar a la caspa.
La dermatitis seborreica y la psoriasis pueden confundirse porque comparten algunos síntomas.
Sin embargo, las escamas de la psoriasis suelen ser más gruesas y secas que las de la dermatitis seborreica.
Además, la psoriasis tiende a extenderse más allá de la zona de nacimiento del cabello y afectar más de una zona del cuerpo.
El tratamiento para la psoriasis del cuero cabelludo consiste en el uso de productos capilares con agentes queratolíticos como el ácido salicílico.
A veces también puede ser necesario el uso de corticoides tópicos, inhibidores de la calcineurina, retinoides y alquitranes.
Los baños de sol y la fototerapia también han demostrado ser eficientes como terapias coadyuvantes.
En los casos de psoriasis y una descamación del cuero cabelludo severa pueden prescribirse tratamientos sistémicos.
Paralelamente, los geles para el picor capilar ayudarán a calmar el prurito y prevenir el rascado.
La caspa y los hongos en el cuero cabelludo pueden estar directamente relacionados.
Las infecciones fúngicas pueden provocar manchas rojas que pican, la aparición de caspa y descamación e incluso una alopecia temporal en las zonas afectadas.
Es lo que se conoce como tiña capilar o del cuero cabelludo.
Esta afección es mucho más frecuente entre los más pequeños, pudiendo ser una de las causas de la aparición de caspa en niños.
A diferencia de las demás causas de descamación en el cuero cabelludo, la caspa por hongos sí es altamente contagiosa. De este modo, conviene poder tratarla cuanto antes.
El tratamiento para la tiña del cuero cabelludo suele consistir en medicamentos antifúngicos por vía oral, generalmente terbinafina, griseofulvina o itraconazol.
Para evitar su propagación, también se aplican cremas para hongos en el cuero cabelludo hasta que se cure la infección. Asimismo, suele prescribirse el uso de champú de sulfuro de selenio al 2,5% dos veces por semana.
En los adultos, también se puede indicar un ciclo corto de corticoesteroides, como por ejemplo, la prednisona, para aliviar los síntomas y prevenir cicatrices.
Las queratosis actínicas son manchas ásperas, secas y escamosas que aparecen por el acúmulo de exposición solar. Esto hace que suelan ser más frecuentes en personas mayores.
Pueden presentarse en una variedad de colores, incluido el rosa, el rojo o el marrón.
Estas manchas o parches pueden ir acompañados de picor, ardor, sangrado o costras.
Al tratarse de lesiones escamosas, la queratosis actínica es otra posible causa de descamación en el cuero cabelludo.
Su tratamiento puede incluir desde la aplicación de un gel capilar con efecto queratolítico hasta la crioterapia, pasando por quimioterapia tópica (5-fluorouracil) u otros procedimientos como los inmunomoduladores.
Si no se tratan, existe el riesgo de que las queratosis actínicas se conviertan en un carcinoma de células escamosas, un tipo de cáncer de piel.
Así pues, saber por qué se descama el cuero cabelludo no solo es necesario para poder acabar con la caspa y la descamación, sino también para prevenir complicaciones más importantes.
Autor: Laboratorios Viñas, departamento científico.
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