El derrame en el ojo ocurre cuando se rompen vasos sanguíneos en la conjuntiva, el tejido que cubre la parte blanca del ojo. También se le llama hemorragia subconjuntival o hiposfagma.
El resultado es la aparición de venitas rojas en el ojo o pequeñas manchas de sangre.
Estos derrames en el ojo son benignos y, por lo general, suelen estar causados por microtraumatismos que no revisten de mayor importancia.
En estos casos, la sangre en el ojo se reabsorbe a los pocos días y no causan molestias ni problemas de visión.
Sin embargo, a veces los derrames oculares pueden ser síntoma de malos hábitos, una afección oftalmológica que debe tratarse o incluso enfermedades graves.
En un derrame del ojo, el origen puede ser muy diverso. Entre las causas frecuentes, destacan las siguientes:
Un golpe en el ojo puede producir un derrame y que aparezcan venitas o manchas rojas.
No obstante, muchas veces este traumatismo ocular se produce por el hábito de frotarse los ojos con las manos.
Esto es más frecuente especialmente en las personas con sequedad ocular y ojo seco por lentillas.
También en afecciones oftalmológicas que causan picor en los ojos y la zona palpebral como la blefaritis, las dermatitis en los párpados y las alergias oculares.
Conjuntivitis y ojos rojos van de la mano. Cualquier infección ocular puede ir acompañada de enrojecimiento y venas rojas en los ojos especialmente visibles.
El picor que produce la conjuntivitis, además, favorece el rascado y, como consecuencia, la aparición de derrames en los ojos y otros posibles problemas como la caída de pestañas.
La tos y los estornudos que aparecen con las infecciones respiratorias y las alergias pueden elevar la presión sanguínea de forma brusca.
Esto puede provocar la rotura de los capilares y que aparezcan derrames oculares.
De este modo, es especialmente importante el cuidado de los ojos en otoño e invierno, ya que es cuando hay una mayor incidencia de infecciones respiratorias.
También en primavera para quienes sufren de alergias.
Al igual que la tos y los estornudos, los vómitos también elevan la presión sanguínea.
De este modo, es posible observar puntos rojos alrededor de los ojos después de vomitar.
Las personas con estreñimiento pueden presentar un derrame en el ojo por el esfuerzo que deben realizar para poder evacuar.
También es posible presentar un derrame ocular u ojos rojos por un esfuerzo físico. Sobre todo, en aquellos casos en los que este esfuerzo se hace mediante una maniobra de Valsalva.
Es decir, coger aire profundamente y realizar fuerza sin soltarlo. Por ejemplo, en el levantamiento de pesos.
Los pujos dirigidos se realizan muchas veces en apnea, realizando una maniobra de Valsalva.
Esto hace que muchas mujeres puedan presentar un derrame en el ojo tras el parto.
Los antiagregantes plaquetarios y los medicamentos anticoagulantes pueden favorecer el derrame de los vasos sanguíneos del ojo.
En ese sentido, las personas que toman ácido acetilsalicílico o acenocumarol son más vulnerables al sangrado y pueden presentar venitas, manchas o puntos rojos en los ojos con mayor frecuencia.
También algunos antiinflamatorios de uso frecuente pueden empeorar un derrame ocular si su ingesta coincide con el episodio.
Un derrame en el ojo puede ser síntoma de hipertensión arterial.
Sin embargo, no indica una tensión alta en el ojo (presión intraocular), ya que esta, por lo general, no se presenta con ninguna señal de alerta.
La diabetes en el ojo puede manifestarse con una mayor propensión a sufrir derrames oculares.
Esto se debe a que esta enfermedad, cuando no está bien controlada, produce daño vascular y los pequeños capilares son los primeros en resultar afectados.
Puede ser esperable presentar un pequeño derrame en el ojo después de una operación oftalmológica. Sobre todo, en caso de que se trate de una cirugía ocular con láser.
Otras posibles causas de derrames o venas rojas en el ojo permanentes pueden ser ciertas enfermedades hematológicas o malformaciones y anomalías en los capilares de los ojos.
Existe la creencia de que se puede tener un derrame en el ojo por estrés.
Si bien no es una causa directa, el estrés crónico puede provocar un aumento de la presión arterial y que esta favorezca los derrames oculares.
Al mismo tiempo, en periodos de tensión puede aparecer blefaritis por estrés y fatiga ocular, lo cual puede propiciar que se froten los ojos y la aparición de dichas lesiones.
De este modo, no se pueden tener derrames y ojos rojos por estrés únicamente, pero es posible que estos coincidan con épocas de mayor ansiedad.
Un derrame en el ojo suele aparecer de forma espontánea, sin que sea síntoma de ningún problema de salud.
El principal síntoma de derrame ocular es la presencia de una mancha roja en el ojo en la parte blanca (esclerótica).
También puede manifestarse con venitas del ojo dilatadas y mucho más visibles.
A pesar de que este tipo de sangrado en los ojos pueda ser muy llamativo, estas hemorragias no suelen presentar otros síntomas ni causar dolor.
En ocasiones, pueden ir acompañadas de una sensación de cuerpo extraño o rasguño en la superficie del ojo.
Estas manchas rojas son de un color intenso y suelen aumentar de tamaño durante las primeras 24 a 48 horas.
Poco a poco, se van aclarando de rojo a amarillo y suelen desaparecer completamente en un plazo de 1 a 3 semanas.
El derrame en el ojo y el dolor de cabeza no suelen estar directamente relacionados, pero pueden compartir un mismo origen como infecciones respiratorias, fatiga visual o estrés.
Así pues, ambas afecciones pueden coincidir en el tiempo.
En caso de dolor y derrame en el ojo, hay que acudir al médico de inmediato. También si se acompaña de otros derrames en el rostro o en otras partes del cuerpo y/o una disminución de la agudeza visual.
Asimismo, si hay un traumatismo ocular por golpe y se acompaña de dolor, visión borrosa o pérdida de visión.
Otros motivos que requieren atención médica son la presencia de un ojo rojo doloroso, manchas rojas muy extensas o episodios de derrames oculares recurrentes.
Finalmente, se debería valorar si el derrame no se resuelve en un periodo de tres semanas, afecta al ojo derecho e izquierdo al mismo tiempo, se sufre de hipertensión o diabetes y/o se toma medicación anticoagulante.
El derrame en el ojo y el cáncer no tienen porque estar relacionados. El cáncer ocular (melanoma ocular) puede presentarse con una mancha o un punto en el iris que crece, pero estos son de color marrón-negro y no se trata de un derrame.
En caso de hemorragia subconjuntival, el tratamiento dependerá de la causa que lo esté provocando.
Si se puede identificar el motivo de por qué se pone un ojo rojo y con sangre, lo primero es tratar la patología que lo está provocando.
En caso de que se trate de un efecto secundario de un medicamento, se puede consultar con el médico si existen medidas para prevenir los derrames en el ojo.
Aún así, cabe recordar que en la gran mayoría de los casos se trata de episodios puntuales de carácter benigno y que se resolverán por sí solos en pocos días.
Por lo general, existen unas recomendaciones generales para favorecer la recuperación y prevenir que empeore el derrame o aparezcan nuevas manchas rojas en los ojos:
Sin embargo, muchas de ellas pueden provocar que los ojos estén aún más rojos cuando desaparezca el efecto de las gotas. Es lo que se conoce como enrojecimiento de rebote.
Estos colirios para ojos rojos solo deberían usarse de forma puntual.
Autor: Laboratorios Viñas, departamento científico.
Benítez, J.M. Causas del derrame en el ojo, síntomas y tratamiento [en línea]. Ocumed. https://ocumed.es/causa-del-derrame-en-el-ojo/#:~:text=S%C3%ADntomas%20del%20derrame%20en%20el,toda%20la%20superficie%20conjuntival%20bulbar
Nebro, S. Derrame en el ojo: ¿por qué se produce y cómo se trata? [en línea]. Clínica Oftalmológica Dr. Nebro, 2022. https://clinicaoftalmologicanebro.com/derrame-en-el-ojo-por-que-se-produce-y-como-se-trata/
Redacción. Hemorragia en el blanco del ojo [en línea]. Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, 2013. https://semfyc.es/recursos-ciudadania/guia-practica/41/436
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