Las verrugas en mosaico son un tipo de verruga que se caracterizan por adoptar un aspecto de 'mosaico'. De ahí su nombre.
La causa de estas verrugas, al igual que las demás verrugas comunes, es la infección por el virus del papiloma humano (VPH).
Suelen aparecer en las plantas de los pies, siendo el tipo de verrugas plantares más común.
El virus ingresa a través de cortes pequeños, heridas o ampollas en los pies y forma la aparición de pequeños bultos rugosos.
Aunque se trate de lesiones benignas, estas pueden causar molestias o dolor. Sobre todo, al caminar y realizar actividades que impliquen una presión sobre la planta del pie.
Además, las verrugas en mosaico pueden contagiarse fácilmente. Esto hace que sean una de las infecciones en la piel más frecuentes en niños.
Estas verrugas se transmiten a través del contacto directo con la piel infectada o al compartir objetos personales como toallas, zapatos o juguetes de agua. También al caminar por superficies húmedas en lugares públicos como piscinas o duchas comunitarias.
Por este motivo, las verrugas en mosaico plantares son una de las infecciones en la piscina más frecuentes y suelen aparecer en los pies después del verano.
Las verrugas plantares en mosaico suelen presentarse como pequeñas verrugas agrupadas. Esta característica es la que las distingue principalmente de otro tipo de verrugas en el pie.
Suelen iniciarse con una sola verruga denominada 'madre' que, de no ser tratada correctamente, provoca nuevas lesiones asociadas a ella. Estas nuevas verrugas se van agrupando y van adquiriendo una apariencia de mosaico.
Las lesiones pueden variar mucho en tamaño. Pueden ser desde muy pequeñas hasta adquirir el tamaño de una moneda.
La verruga plantar en mosaico suele ser de color piel, marrón claro u oscuro. En algunos casos, se pueden observar incluso pequeños puntos negros en el interior.
Estos puntos negros son pequeños vasos sanguíneos trombosados. Es decir, en los que se ha formado un coágulo de sangre.
La superficie de las verrugas plantares suele ser rugosa y puede estar cubierta por callosidades. Es decir, una capa de piel endurecida. En estos casos, la verruga crece hacia adentro.
El tratamiento de las verrugas en mosaico puede variar mucho en función del tamaño, la localización y las molestias que causen.
Algunas veces, las verrugas pueden desaparecer de forma espontánea, sin necesidad de eliminarlas, en un periodo de meses o años.
Sin embargo, a menudo son molestas, causan dolor y provocan una incomodidad estética.
Además, las verrugas en mosaico pueden contribuir a que el virus del papiloma humano se propague a otras partes del cuerpo o en otras personas.
Son también una de las infecciones recurrentes en niños, por lo que puede resultar difícil que desaparezcan por sí solas sin que aparezcan nuevas verrugas. Esto, a su vez, puede crear un círculo vicioso que no es fácil de romper.
Todo ello hace que las verrugas en mosaico suelan presentarse como procesos de larga evolución y estén asociadas, a menudo, a fracasos terapéuticos anteriores.
Más allá de las molestias puramente físicas, estas lesiones pueden generar estrés y ansiedad. Sobre todo, por cómo pueden condicionar la calidad de vida de quienes las sufren y por su tendencia a cronificarse.
Las verrugas en mosaico pueden ser difíciles de eliminar. Iniciar un tratamiento de forma precoz suele mejorar su evolución.
Las verrugas en mosaico son de las más complicadas de manejar y el autotratamiento suele agravar el cuadro clínico. De ahí que sea tan importante acudir al especialista (dermatólogo, podólogo o pediatra en el caso de los niños) ante la primera lesión.
Los principales tratamientos para estas verrugas en la planta del pie son los siguientes:
El ácido salicílico para las verrugas en mosaico se utiliza por su efecto queratolítico. Es decir, porque permite eliminar, total o parcialmente, la capa córnea (la capa cutánea más superficial).
Así pues, al provocar la descamación de la piel, también se consigue que desaparezcan progresivamente las verrugas.
El ácido salicílico no solo resulta muy eficaz, sino que constituye el tratamiento de primera elección ante estas lesiones.
Esto se debe a que es el menos invasivo, no produce dolor, es el más económico y se puede aplicar mediante autotratamiento.
En ese sentido, existen parches para verrugas con ácido salicílico que se aplican directamente en las lesiones y se dejan actuar durante toda la noche.
Con su uso diario, las verrugas en mosaico pueden desaparecer entre las 3 y las 6 semanas de tratamiento.
En otros casos, estará más indicado aplicar directamente una solución con una mayor concentración de ácido salicílico para verrugas. Por ejemplo, al 25% y colocar posteriormente un parche adhesivo para que la oclusión potencie la descamación de la lesión.
Esto suele recomendarse en caso de verrugas hiperqueratósicas. Es decir, en las que la piel se ha engrosado y ha formado una callosidad. Cuando el ácido salicílico resulta insuficiente para eliminar las lesiones, se pueden explorar otras opciones de tratamiento.
La cantaridina es un compuesto químico que provoca ampollas en la piel sin dejar cicatrices.
Combinado con el ácido salicílico, tiene un porcentaje de curación elevado en verrugas plantares en mosaico.
El ácido nítrico es una sustancia que provoca la destrucción del tejido y, por tanto, de las verrugas en mosaico.
Es un tratamiento de evolución más lenta, pero puede ser una opción eficaz para verrugas persistentes en las plantas de los pies.
La crioterapia como tratamiento consiste en la aplicación de nitrógeno líquido en la verruga para 'congelarla' y destruir así el tejido infectado.
El tratamiento láser también puede resultar eficaz en verrugas resistentes, además de prevenir recidivas.
Los principales láseres para el tratamiento de las verrugas plantares son el láser CO2, el láser Nd: YAG, el láser de colorante pulsado (PDL) y la terapia fotodinámica.
Este tratamiento para las verrugas en mosaico consiste en utilizar una corriente eléctrica para quemar y eliminar las lesiones.
En el caso de verrugas recurrentes y que no responden a los tratamientos habituales, se puede realizar la extirpación del papiloma plantar mediante una cirugía menor.
En ciertas ocasiones, se puede recurrir a los medicamentos inmunomoduladores. Este tipo de tratamiento se usa para las verrugas en mosaico cuando otros no han funcionado y las lesiones son graves y extensas.
El objetivo de fármacos como el imiquimod o el cidofovir es estimular la respuesta inmunitaria en el organismo. De este modo, será más fácil combatir la infección por papiloma y las verrugas plantares.
Las verrugas en mosaico pueden confundirse fácilmente con otras lesiones en la piel.
En ese sentido, es habitual que la persona afectada dude de si se trata de una verruga plantar o callo.
De hecho, esta confusión puede hacer que se ignore la lesión y, en consecuencia, que el número de verrugas y su tamaño aumente.
También favorece que el virus se propague a otras partes del cuerpo, se cronifique el proceso y se contagie a otras personas.
Otras veces se confunden las verrugas con los moluscos contagiosos en niños.
Al ser unas lesiones difíciles de tratar, es importante evitar el autodiagnóstico y el autotratamiento.
Hay que acudir al especialista cuanto antes y empezar el tratamiento de las verrugas en los pies a la mayor brevedad posible.
Autor: Laboratorios Viñas, departamento científico.
Redacción. Verrugas en mosaico [en línea]. Diccionario Médico. Clínica Universidad de Navarra, 2023. https://www.cun.es/diccionario-medico/terminos/verruga-en-mosaico
Budiño, L. Tratamientos más utilizados en verrugas plantares [en línea]. Facultad de Enfermería y Podología. Universidad de Coruña, 2021. https://ruc.udc.es/dspace/bitstream/handle/2183/29006/BudinoPorto_Lucia_TFG_2021.pdf?sequence=2&isAllowed=y
Alcalá, J. Tratamiento de una verruga plantar en mosaico con ácido nítrico. A propósito de un caso [en línea]. Revista Española de Podología, 2014. https://www.elsevier.es/es-revista-revista-espanola-podologia-224-articulo-tratamiento-de-una-verruga-plantarX0210123814502541#:~:text=Las%20verrugas%20en%20mosaico%20constituyen,profesional%20como%20para%20el%20paciente
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