Psoriasis o eczema: ¿cómo distinguirlos?

20 octubre 2025 | Cuidado de la piel

Psoriasis o eczema: ¿cómo distinguirlos?

La psoriasis y el eczema son dos enfermedades de la piel distintas. Aun así, muchas veces se confunden.

Ambas se consideran un tipo de dermatitis (inflamación de la piel) y sus síntomas pueden resultar similares a simple vista. Sin embargo, cuentan con particularidades que ayudan a diferenciarlas.

En ese sentido, saber identificar si se trata de eczema o psoriasis es clave para poder iniciar un plan de tratamiento adecuado.

¿Qué es la psoriasis?

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a la piel y, en algunos casos, a las articulaciones.

Se produce por una respuesta exagerada del sistema inmunitario, que acelera el proceso natural de renovación de las células cutáneas.

En una piel sana, las células se regeneran cada mes aproximadamente. En la psoriasis, este proceso puede ocurrir en apenas una semana, lo que da lugar a una acumulación de células muertas en la superficie de la piel.

El resultado son las características placas rojas de la psoriasis, las cuales están cubiertas de escamas blanquecinas.

Estas lesiones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero suele ser especialmente habitual la psoriasis en el cuero cabelludo.

También en los codos, las rodillas, la espalda baja y los glúteos, las palmas de las manos, las plantas de los pies, las orejas, las cejas y las uñas.

Además de la aparición de placas rojas, la psoriasis puede provocar picor, sensación de tirantez e incluso dolor.

La psoriasis es una enfermedad que se manifiesta en brotes, alternando periodos de mayor actividad y síntomas con periodos de mejoría o remisión.

¿Qué es el eczema?

El eczema es también una afección crónica de la piel y, al igual que la psoriasis, se debe a una reacción exagerada del sistema inmune.

Si bien hay diferentes tipos de eczema, la dermatitis atópica es la más frecuente y la que se tiende a confundir con la psoriasis.

En este caso, hay una alteración de la barrera cutánea, que pierde su capacidad para retener agua y protegerse frente a agentes externos. Esta fragilidad hace que la piel se vuelva más seca, irritable y sensible.

El eczema se manifiesta con enrojecimiento, picor intenso, sequedad y, a veces, pequeñas ampollas o costras.

Con frecuencia, el rascado empeora la irritación, pudiendo causar heridas que pueden infectarse, el engrosamiento de la piel (liquenificación) y la aparición de cicatrices.

Esta afección cutánea también puede afectar a cualquier zona corporal. Sin embargo, suele ser más habitual en los pliegues.

El eczema tiende a ser persistente y, aunque el tratamiento funcione, los síntomas pueden volver a aparecer.

Otros tipos de eczema son la dermatitis por contacto (entre la que se incluye la dermatitis del pañal), la dermatitis seborreica y el eczema dishidrótico.

La psoriasis y el eczema suelen manifestarse con la aparición de placas rojas en la piel. Sin embargo, las particularidades de las lesiones permiten identificar de qué condición se trata.  

Eczema vs. psoriasis: ¿cuáles son las principales diferencias?

A pesar de todas las similitudes entre el eczema y la psoriasis, también hay muchos factores que las diferencian entre sí.

  • Causa

Las causas exactas del eczema y la psoriasis se desconocen. Sin embargo, se cree que ambas aparecen por una combinación de factores genéticos y ambientales.

Lo que sí se sabe es que tanto la psoriasis como el eczema involucran al sistema inmunitario, aunque lo hacen de formas diferentes.

En la psoriasis, el proceso inflamatorio se relaciona con la activación de unos linfocitos (tipo de glóbulos blancos) que actúan frente a las infecciones cutáneas de origen fúngico o bacteriano.

En el eczema, en cambio, los linfocitos implicados están relacionados con las reacciones de tipo alérgicas.

  • Tendencia hereditaria

La dermatitis atópica suele tener un componente familiar, por lo que es frecuente que padres o hermanos también la sufran.

En la psoriasis, aunque también puede existir una predisposición genética, esta relación es menos habitual.

  • Factores desencadenantes

El eczema y la psoriasis comparten algunos factores desencadenantes como el estrés, el frío y la sequedad ambiental.

No obstante, el eczema es habitual que reaparezca o se agrave sobre todo por el contacto con productos cosméticos, productos de limpieza, tejidos sintéticos y animales.

Por su parte, los brotes de psoriasis pueden aparecer por un daño en la piel (infecciones cutáneas, picaduras de insecto, quemaduras o rozaduras), el tabaco, el alcohol o el uso de ciertos medicamentos.

  • Lesiones

Tanto la psoriasis como la dermatitis atópica pueden manifestarse con placas rojas con descamación.

No obstante, en la psoriasis hay lesiones bien delimitadas, a diferencia del eczema, donde estas no tienen un borde claramente definido.

En la psoriasis, además, las placas suelen verse más gruesas, elevadas, inflamadas y de un color rojo más intenso.

También suelen estar cubiertas de escamas plateadas, blancas o rojizas. Por el contrario, en la piel con eczema, la descamación suele ser suave, si existe.

Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que, en la dermatitis atópica, la apariencia de las lesiones puede variar en función del tono de piel.

En pieles claras, sí suele manifestarse con áreas enrojecidas. No obstante, en pieles más oscuras, los síntomas de eczema pueden ser la aparición de manchas marrones, grises o violáceas, acompañadas de pequeñas protuberancias.

  • Zonas afectadas

La localización de las lesiones en la psoriasis y el eczema es otro factor diferenciador.

Ambas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero hay zonas donde cada afección tiende a manifestarse con más frecuencia.

La psoriasis suele localizarse en las zonas de extensión, mientras que el eczema es más habitual en los pliegues cutáneos.

Por ejemplo, en el caso de los codos y las rodillas, la psoriasis suele localizarse en la parte exterior. En el eczema, en cambio, las lesiones tienden a aparecer en la parte interior.

Asimismo, el eczema es más común en el rostro (como en el caso de la dermatitis en los párpados) y el cuello en comparación con la psoriasis.

En caso de que se trate de un eczema o dermatitis de contacto, la lesión se limita al área que ha estado expuesta la sustancia, el producto o factor en cuestión. Por ejemplo, es el caso del eczema de manos por frío.

  • Picor

Tanto el eczema como la psoriasis pueden provocar picor en la piel, pero este suele variar en intensidad en función de la condición.

Por lo general, el eczema suele generar un picor intenso. La psoriasis, en cambio, produce más bien una sensación de ardor, escozor o picor leve. En algunos casos,  incluso, puede no causar picor en absoluto.

También es un síntoma de eczema que el picor empeore por la noche, pudiendo incluso afectar al descanso.

  • Prevalencia

La psoriasis y el eczema son dos condiciones relativamente comunes, aunque la última es mucho más frecuente.

Además, se ha observado un incremento de los casos en los últimos años.

Estas afecciones cutáneas tienden a afectar a ambos sexos por igual, con posibles diferencias por grupos de edad. En ese sentido, el eczema suele ser más frecuente en mujeres adultas que en hombres.

  • Edad de inicio

El eczema y la psoriasis pueden aparecer a cualquier edad. No obstante, el primero es más frecuente en niños y la segunda, en adolescentes y adultos.

De hecho, la psoriasis no suele debutar en la infancia.

  • Evolución

En los niños con eczema, los síntomas pueden desaparecer o mejorar a medida que crecen.

Por su parte, la psoriasis tiende a ser una afección de por vida.

  • Aspecto de la piel entre brotes

En los periodos de remisión, la piel de las personas con psoriasis suele mostrarse normal, sin lesiones visibles.

En las personas con eczema, en cambio, esta puede permanecer seca y sensible.

  • Patologías asociadas

La psoriasis no solo afecta a la piel, sino que también puede manifestarse con síntomas en las articulaciones (artritis psoriásica).

Además, puede ir asociada a ciertas enfermedades metabólicas y cardiovasculares como la obesidad, la diabetes tipo 2 y la hipertensión.

También a otras enfermedades autoinmunes (enfermedad celíaca, esclerosis, enfermedad de Crohn), y afecciones oculares (conjuntivitis, blefaritis y uveítis).

En el caso del eczema, se relaciona con una predisposición genética a desarrollar alergias o asma.

Tanto la psoriasis como el eczema están vinculados con la depresión y la ansiedad, aunque suele a deberse a causas distintas.

En la psoriasis se debe sobre todo al impacto psicosocial de las lesiones visibles, ya que pueden afectar a la autoestima de las personas y su relación con los demás.

Asimismo, sigue habiendo aún mucho desconocimiento y estigma social respecto a esta enfermedad.

En el eczema, en cambio, estos trastornos psicológicos suelen aparecer como consecuencia del picor constante y los problemas o trastornos del sueño que provoca.

Además, la ansiedad puede contribuir al picor en el cuerpo por estrés, lo que favorece aún más el rascado y, con ello, un aumento de la picazón. De este modo, se crea un círculo vicioso difícil de romper.

Si bien es posible tener psoriasis y eczema a la vez, no es algo común.

Cómo cuidar la piel con psoriasis o eczema

El cuidado de la piel es fundamental en caso de psoriasis y eczema.

En primer lugar, hay que realizar duchas cortas con agua tibia, evitando jabones y detergentes agresivos.

En su lugar, se recomienda utilizar limpiadores tipo syndet o con fórmulas específicas para piel sensible.

El secado también debe ser suave, realizando toques ligeros con la toalla, sin frotar.

En segundo lugar, hay que aplicar cremas o emulsiones para piel seca siempre después de la ducha y tantas veces al día como sea necesario.

Lo mismo aplica para el desmaquillado y la limpieza facial y el lavado de manos.

También se recomienda usar champús específicos y productos para controlar el picor y el dolor en el cuero cabelludo cuando afectan a esta parte del cuerpo.

Paralelamente, hay que tratar de prevenir los factores que desencadenan o agravan los brotes de psoriasis y eczema.

Más allá de estos cuidados, ambas condiciones pueden requerir de tratamientos tópicos como corticoides, inmunomoduladores (inhibidores de la calcineurina) o queratolíticos (ácido salicílico).

También pueden ser necesarios tratamientos sistémicos para controlar los síntomas, así como la inmunoterapia.

Estos medicamentos actúan sobre una respuesta inflamatoria específica, por lo que son eficaces para una de las afecciones, pero no para la otra.

La fototerapia es otra opción terapéutica que puede resultar útil en ambas condiciones.

Cómo se diagnostica el eczema y la psoriasis

La particularidad de las lesiones, los síntomas que las acompañan y la historia clínica permiten a los dermatólogos hacer un diagnóstico de forma sencilla.

No obstante, este puede complicarse cuando la psoriasis o el eczema aparecen en ciertas zonas. Entre ellas, el cuero cabelludo, las uñas, las palmas de las manos, las plantas de los pies o la zona genital.  

Esto se debe a que, en estas partes del cuerpo, las lesiones pueden parecerse a las de otras afecciones cutáneas. Entre ellas, la dermatitis seborreica, las infecciones por hongos o el liquen plano.

De ahí la importancia de acudir a un especialista para que pueda realizar un diagnóstico preciso.  

Autor: Laboratorios Viñas, departamento científico.

Bibliografía

García, I. Cómo diferenciar psoriasis y eccema [en línea]. Canal Salud IMQ, 2025. https://canalsalud.imq.es/blog/eccema-psoriasis-como-diferenciarlos

Maloney, C. ¿Es eczema o psoriasis? [en línea]. National Eczema Association, 2025. https://nationaleczema.org/blog/eczema-or-psoriasis/

Mayer, K. et Altomara, D. Psoriasis vs. Eczema: Cómo saber la diferencia [en línea}. WebMD, 2024. https://www.webmd.com/skin-problems-and-treatments/psoriasis/psoriasis-or-eczema

Nall, R. Psoriasis vs. eczema: síntomas, causas y tratamientos [en línea]. Medical News Today, 2025. https://www.medicalnewstoday.com/articles/315749

Ruiz-Villaverde, R. Galán, M. et alt. Guía para pacientes con psoriasis [en línea]. Academia Española de Dermatología y Venereología, 2020. https://aedv.es/wp-content/uploads/2020/06/Gui%CC%81a-psoriasis-VF1.pdf

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